SOPORTES TRADICIONALES

Existen más soportes de los que se nombran, como la madera o la tela encolada, que no he querido renombrar por su mayor capacidad de movilidad, que permite que no tenga por qué ser pintada in situ la obra. 

PIEDRA NATURAL 

La Piedra natural es el primer soporte utilizado por el hombre, tanto de caliza, como de granito o arenisca situadas en cuevas o abrigos. Por aquel entonces, el pigmento se aplicaba directa- mente y sin revoques, aunque usaban la grasa mezclada con tonos ocres, tal y como continúan haciendo los aborígenes australianos. Este tipo de pintura ha aguantado durante milenios, y podría seguir aguatando de no mezclarse con agentes deteriorantes como pueda ser la presencia humana. 

EL TAPIAL 

En localizaciones con escasez de piedra y madera, el tapial es el recurso mayor empleado y antiguo, pues ya se utilizaba en Mesopotamia y Egipto. La expansión llegó hasta el Norte de África y Península Ibérica, que desde el siglo IV a.C llegan incluso a utilizar en Andalucía y Levante para sus castillos. 

1.- Una anamorfosis es una imagen a la que se le han aplicado las leyes de la perspectiva de tal modo que las for- mas son representaciones distorsionadas de la realidad sobre una superficie plana o curva y que cobran sentido 

cuando se miran desde cierto punto de vista.  

Es un soporte pictórico-mural con cualidades muy positivas debido a su homogeneidad, escasa retracción en el secado y ausencia de pudrimiento. Para poder realizarse correctamente y esté defendido contra humedades, va vinculado a una adecuada cimentación , normalmente de pie- dra que apisona la tierra. Los estabilizantes más comunes han sido la fibra vegetal, la paja y el estiércol o bosta animal. Lo común en España era revocar y decorar después con estucos y pinturas; tenemos un gran ejemplo en el castillo califal de Vacar (Córdoba). En otro ejemplo se pueden observar grabados y esgrafiados. 

El auge de nuestra región se da 1125, con el impuesto de fortificación o ta ́ib que imponen los almorávides. Y aunque llegaron a tener mayor número de muestras que de piedra, fueron desapa- reciendo. También se crearon muros mixtos, pero es raro ver tanto algún resto de tapial como de tierra en las construcciones mixtas, en las escasas muestras que podemos encontrar; no obstante, en Sevilla, Jaén, Cáceres, Badajoz y Niebla se conservan en bastante buen estado. Se puede acceder a la opinión del coetáneo en los textos de Plinio Naturalis Historia. (Ferrer, 1998, p.51) 

El mayor ejemplo de tapial, aunque sin fines artísticos, es el interior de la Muralla China. Su base mide unos siete metros y su parte superior, de piedras, seis. Y es que la muralla, básica- mente, era una larga tapia de arcilla y arena, cubierta con varias paredes de ladrillo. Los pisos se pavimentaron usando una mezcla de piedra y mortero, soportado por rodillos de troncos de árboles dispuestos en varias capas. Pero lo más curioso es que al parecer, más de 400.000 personas fueron sepultadas debajo de su estructura.

FIBRAS VEGETALES Y BARRO 

Es un soporte usado desde la prehistoria y hasta hace no mucho se usaba en Aragón y Levante. Pero no es muy buen soporte mural porque se contrae al secarse y se pudre fácilmente además de que apenas aísla. Se forma con un entramado de cañas forrado por ambas caras de barro reforzado con fibras vegetales y estiércol. 

ADOBE 

Adobe se le llama al ladrillo sin cocer, deshidratado al sol al que, para obtener mayor consis- tencia, se le añaden estiércol y fibras vegetales o animales. Y se llama también así, a la tierra arcillosa que se moldea a mano; se debe dotar de un estabilizador y un impermeabilizante para una mejor protección. Se comenzó a usar como soporte hace 8000 años en Mesopotamia, muy bien localizado debido a su clima seco; aunque también se dio en la América Precolombina y Anatolia, donde entre hileras ponían lechos de cañas que lograsen contrarrestar la dilatación y el encogimiento del secado. Para hacer un esgrafiado, basta con superponer varias capas de diferentes tonos o colores del propio barro. 

Está calculado que para que una pieza de adobe tenga consistencia suficiente, su porcentaje de arcilla no debe pasar del 20% y debe contener un 45% de arena. Un buen adobe al que no le afecte la humedad, presenta ventajas como flexibilidad y manejabilidad, lo cual, le convierte en un material idóneo para bóvedas, cúpulas y demás superficies curvas o circulares. Es muy frágil a las acciones atmosféricas y humedades. (Ferrer, 1998, p.53) 

1.- Anónimo (1 de febrero de 2015). Maravillas Arquitectonicas. Recuperado de: http://perso.wanadoo.es/be- rethor07/muralla_china.htm 

Juan Avellano Norte 

LADRILLO 

Como hemos visto en el punto 2.3., durante el periodo babilónico, se construyeron algunos zigurats con los primeros ladrillos conocidos, entendiendo estos como piezas ya cocidas y de forma ortoédrica. Los muros de estos, iban enlucidos y se coloreaban, pero entre los siglos IX y VI a.C., tanto babilonios como asirios fabricaron ladrillos vidriados de colores; un ejemplo es el Friso de los Arqueros, en Susa. Aunque estas técnicas se transmitieron a Egipto, Persia, e incluso a la India… la tradición se perdió después de las conquistas de Alejandro Magno. Los griegos no hicieron tanto uso del ladrillo debido a que en Grecia abunda la piedra, pero sí lo hicieron mucho los romanos debido a su inclusión en arcos, bóvedas y otras superficies curvas. 

Durante los siglos X a XII, los persas y árabes, los colocaron formando diseños decorativos incluso con colores. A partir del siglo XV, la construcción del ladrillo, debido a la economía y dificultad, vuelve a tener un gran éxito. Siendo ya utilizado en Europa, Oriente Medio y Norte de África, en América no llega a utilizarse hasta 1580 y hasta el siglo XVII no se llega a expandir por el resto de colonias europeas. 

TERRACOTA 

Es el fundamento de los trabajos de cerámica, utilizada para recipientes, esculturas y por su- puesto, como decoración arquitectónica. Conviene recordar a los 8000 guerreros de terracota del mausoleo de Qin Shi Huang (210 a.C.). Aunque ya se utilizó en Merimde desde el cuarto milenio a.C. y en Etruria para la elaboración de sarcófagos (siglos III y II a.C.). Pero se divulga en el siglo XVI utilizándose para recubrir fachadas o muros enteros y poder ofrecer detalles específicos propios de las zonas flamenco-italianas y franco-italianas. Y se usa en el siglo XIX en las edificaciones inglesas. 

La terracota además toma mayor interés pictórico cuando es vidriada, por su uso como revestimiento cerámico. Triunfó en el Renacimiento europeo y aunque se cree que realmente se inventó en China en el siglo III a.C., hay que tener en cuenta obras como la fayenza egipcia (Cultura Naqada 3500-3200 a.C.) o la cerámica de Babilonia (Puerta de Ishtar, datada en el siglo VI a.C.). El posterior uso de cerámica vidriada para embellecer muros en el arte islámico de la Edad Media, da origen a los azulejos. 

PIEDRA ELABORADA 

En la época Helénica (700-146 a.C.) se usaban calizas del oeste en los monumentos de piedra, porque eran más blandas que las de Argos. Se elaboraba hasta enlucirlo con estuco –fabricado a partir de caliza calcinada, y se imprimaba con color. Con el tiempo comenzaron a usar mármol del Pentélico. La fabricación de piedra evolucionó; primero los bloques eran ajustados y los espacios intermedios se ripiaban con piedras pequeñas y barro, después, las juntas de los bloques mejoraron con la técnica isodómica. 

En Roma acopian todo tipo de materiales pétreos, incluida la puzolana (variedad volcánica que fabrica cemento con adición de cal u hormigón con adición de ladrillo molido) 

PIEDRA CALIZA Y ARENISCA 

A finales del siglo XVII, se reservó la piedra para los edificios de mayor importancia debido a la dificultad de traslado, aunque fue muy común utilizarla en edificaciones cercanas a las can- teras. La piedra tallada en sillares se empleó comúnmente desde el siglo XIV. Para un pintor mural, la máxima preocupación de estos muros, queda en el tipo de unión, pues puede afectar a su conservación. El agua puede acceder entre los huecos que se crean si no se cubren. Un modo 

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sencillo de cubrir las juntas, es revocar estos muros a junta resaltada, siguiendo el trazado de sus mampuestos (o ladrillos). El uso de pasta de cal, mortero de yeso, de cal y arena, cemento y arena o cemento, cal y arena, es más noble y apropiado. La arenisca, al ser más blanda se utilizaba para el tallado, se usó sobretodo en los períodos románico, gótico y renacentista para algunas zonas nobles de la edificación como ventanas o pórticos. 

La piedra viva es un perfecto soporte mural, y que en general, es aconsejable dejar toda piedra en basto, con su textura natural, de forma que si ha de prepararse, retenga mejor el mortero. La adecuada preparación se puede conseguir con cemento y arena (se puede añadir incluso cal para enriquecer), o imprimaciones sintéticas, que parecen adaptarse bastante bien.